martes, 27 de enero de 2015
¡Hola!
Las razones por las que alguien empieza un blog son muy variadas. Yo, por ejemplo, antes tenía un blog (Bread & Oil) de cocina y fotografía que además escribía en inglés, porque me gusta cocinar ( me gusta más comer) me gusta la fotografía y estaba aprendiendo inglés ( sigo en ello como podréis comprobar si pincháis en la pestaña, primera a la derecha, que pone "in English" y que os llevará a la página paralela de ¡Ayuda, mamaa!, que lógicamente se llama: Help, Momm!)
La cosa es que ahora tengo un hijo de Erasmus por esos europeos mundos de dios y a eso de media tarde, que por esos europeos mundos de dios se cena temprano, el whatsapp se pone que echa humo:
- !Mama¡!Mama¡!Mama¡ ¿A la tortilla de patata se le pone patatas o qué?
- !Mama¡ ¿cómo hacemos una sopa?
- !Mama¡ Un filete que lleva mes y medio en la nevera, ¿Estará bueno?
... y así todas las tardes.
Total, que visto el panorama, he decidido reconducir mi actividad "blogueril" ( a ver cómo traduzco yo esto al English) y hacer un servicio a la sociedad en general y a los hijos independizados, semiindependizados y mediopensionistas y sus madres con whatsapp humeante, en particular, creando este blog, que como su nombre indica, intenta ser una ayuda, una inspiración, para todos aquellos y aquellas que se sienten en una cocina cual pulpo en un garaje y se alimentan a base de precocinados, hamburguesas y otras guarrerías por el estilo o se dedican a alterar la paz materna y/o paterna a base de vespertinos whatsapps.
La foto que ilustra este primer post ( Qué fino ha quedado eso del post) podría ser un: "nos tiramos a la piscina bloguera en forma de tomate" o simplemente, que hice la foto, me gustó y como esta foto no ilustra ninguna receta, me dije, o la pones ahora o la guardas en el disco duro para siempre. Y aquí está.
Por cierto, el blog se llama ¡Ayuda, mamaa! así con doble "a" más que nada porque ya hay otro blog que se llama Ayuda mamá, bien escrito, con las letras adecuadas y que se dedica a cuestiones de madres primerizas y problemas con los bebés. Pero aquí ya hace mucho tiempo que pasamos esa etapa ( Sudores fríos recorren mi espalda solo de pensar que tuviera que pasar otra vez por ese trance. ¡Que ya estoy yo muy mayor!) y pensándolo bien, así queda mucho más propio, que es más un ¡Mámaa! ¿Sabes donde está mi mochila?, ¡Mámaa! ¿has visto mi camiseta verde?, ¡Mamaa!... y así hasta el infinito y más allaaaa!
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